sábado, 9 de noviembre de 2013

MÚLTIPLES TERRITORIALIDADES DE LA TELEFONÍA MÓVIl

En la sociedad actual podemos estar conectados en cualquier lugar del mundo, basta llevar en el bolsillo un pequeño aparato que se convirtió en los últimos años en la gran estrella de la población. Su funcionamiento depende de una tarjeta implantada en su interior. 
Esquemáticamente, los sistemas de la telefonía móvil celular presentan tres componentes básicos, los teléfonos celulares, las estaciones de radio bases y los centros móviles de conexión. Anteriormente, cada país y empresa podría adoptar un sistema de conexión entre el teléfono móvil y el centro de conexión. 


Nosotros vamos a analizar las múltiples territorialidades de las empresas de telefonía móvil, destacando el uso de nuevas tecnologías y su expansión por el territorio.

Con la globalización de la economía, con los cambios tecnológicos y con la aparición de nuevos procesos de trasmisión, que incluyen las comunicaciones por satélite, la fibra óptica, la transmisión de señales, la digitalización de la información y los teléfonos móviles, tales tecnologías se hicieron imprescindibles en la vida cotidiana de las personas, que no pueden perder tiempo en el mundo capitalista.
Sabemos que las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación están comenzando a producir efectos en la organización espacial, los cuales pueden ser directos o indirectos. Estudiar las telecomunicaciones, en especial los impactos económicos y sociales de la telefonía móvil en la geografía, pueden sonar raro para los que no están en el ámbito académico. Al investigar la temática de la geografía de las redes y de las telecomunicaciones nos damos cuenta de que son uno de los  temas de la ciencia geográfica que mejor ilustran la dimensión del espacio y del tiempo. Las dos dimensiones pueden expandirse en forma de redes, deformando o comprimiendo el territorio de acuerdo con el desarrollo económico, político y social. La configuración de las grandes redes de telecomunicaciones se produce en las grandes regiones urbanas; o en las ciudades globales. Es en las ciudades en donde se implantan, difunden, consolidan y globalizan las innovaciones tecnológicas. Es en el espacio de las ciudades en donde se construyen verdaderas redes técnicas, y las telecomunicaciones contribuyen a tales desarrollos.
M. Castells (1996: 411-413) señaló que en la economía globalizada ha surgido una nueva economía a escala mundial, la llamada economía informacional. Apuntó que esta economía informacional y global se organiza en torno a centros de mando y control, capaces de coordinar, innovar y gestionar las actividades entrecruzadas de las redes empresariales. A medida que la economía global se expande e incorpora nuevos mercados, también organiza la producción de los nuevos servicios avanzados requeridos para gestionar las nuevas unidades que se unen al sistema y las condiciones de sus conexiones siempre cambiantes.

Por consiguiente, no es ninguna sorpresa que haya sido en las ciudades globales donde se desarrollaron las principales redes de telecomunicaciones. Pues es en ellas donde están localizadas las infraestructuras básicas, necesarias para que se conecten directamente con las fibras ópticas transoceánicas y las conexiones de satélite, ofreciendo enlaces más rápidos o instantáneos. 

Nuevos mercados y nuevos horizontes geográficos: la telefonía móvil en la sociedad actual:
En la sociedad actual podemos estar conectados en cualquier lugar del mundo; basta llevar en el bolsillo un pequeño aparato que se convirtió en los últimos años en la gran estrella de la población. Según un documento del Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico e Social (BNDES), el servicio de radiocomunicación móvil, siguió un desarrollo paralelo a la evolución tecnológica de la transmisión y recepción radiofónica, y fue a su vez impulsado por el advenimiento del concepto celular. La expansión comercial iniciada en Japón en 1979, se expandió enseguida a los países nórdicos, como Dinamarca y Finlandia, entre otros. En los inicios de los años 1980, su difusión afectó al mercado consumidor de Estados Unidos, teniendo como factor de creciente aceptación y dispersión, la portabilidad y la movilidad que el aparato y la tecnología proporcionan al usuario.
Por lo tanto, fue a partir de la década de los ochenta cuando los servicios de telefonía móvil se abrieron al consumo masivo. El fenómeno de masificación de las nuevas tecnologías posibilitó la redefinición de las políticas reguladoras por parte de los Estados, pues el impacto social de la telefonía móvil era visible. Según datos de la Comisión Europea, en el año 1994 teníamos 32 millones de usuarios en todo el mundo y en año 2000 más de 120 millones. Pero la expansión y las expectativas superaron todos los datos estadísticos y en el año 1999 teníamos más de 200 millones de usuarios de teléfonos móviles en todo el mundo (Cuadro 1). El ranking demuestra que en China y en Japón tenían el mayor número de abonados, ya que la empresa japonesa tiene mejores rendimientos. Observamos que ninguna de las empresas de América Latina aparece en tal ranking, ya que en su gran mayoría fueron adquiridas por empresas cuyos capitales son extranjeros; como ejemplo podemos citar la Telefónica (España)y la TIM (Italia).

Ranking de las 20 operadoras de telefonía móvil en el mundo (1999)
Operadora
1999 (000s)
1999 (US$ m)
China Telecom. (China)
39`096
7`956
NTT DoCoMo (Japan)
30`800
35`081
TIM (Italia) 
18`527
7`484
SBC (USA)
11`151
5`851
Omnitel (Italia)
10`418
3`733
AirTouch (USA)
10`082
4`028
SK Telecom. (Korea- Rep.)
10`077
3`741
France Télécom (Francia)
10`051
3`989
AT&T (USA)
9`600
7`624
DDI Group (Japan)
9`523
8`574
Mannesmann (Alemania)
9`500
5`147
Deutsche Telekom (Alemania)
9`200
3`947
Telefónica (España)
9`052
3`754
Vodafone (UK)
8`791
4`630
Bell Atlantic Mobile (USA)
7`700
4`630
BT Cellnet (UK)
7`404
3`463
SFR (Francia)
7`224
3`113
GTE (USA)
7`146
3`745
Sprint PCS (USA)
5`723
3`180
Turkcell (Turquía)
5`466
1`581
Total
236`531
125`187
Fuente: International Telecommunication Union, 2000.

En el mercado global las empresas de telefonía, éstas fueron obligadas a hacer inversiones en tecnologías capaces de atender las necesidades de los usuarios, ya que tener un teléfono móvil significaba estar en movimiento. Para eso fue creado un servicio de comunicación móvil para que el aparato funcionase fuera de su área geográfica de concesión, a través de otras operadoras de servicio de comunicación con tecnología compatible; o sea, exclusivamente en redes TDMA, CDMA y exclusivamente en redes GMS. La tecnología TDMA y CDMA no funciona en la tecnología GSM, y viceversa. La mayoría de las empresas como la VIVO, Claro y Tim tienen cobertura digital en casi todo el territorio nacional.
Con el desarrollo de las innovaciones tecnológicas y la expansión de capitales y de mercados en el proceso de globalización, las empresas del sector de las telecomunicaciones crearon lo que Saskia Sassen llama  nuevas geografías de centralidad, una vez que sus sedes administrativas están localizadas en las principales ciudades del mundo, existiendo una relación entre los grandes centros financieros y comerciales. Esa centralidad hace que las empresas se vuelvan más competitivas y busquen nuevos territorios de expansión. Tales empresas tienen en su mayoría el monopolio del sector de la telefonía fija así como la de telefonía móvil. La competitividad adscrita en el momento de las privatizaciones es hoy una utopía,  una vez que las empresas tienen el dominio del mercado, como es el caso de la empresa Vivo, perteneciente a Telefónica de España.
 
Los tentáculos de la telefonía móvil
La gran estrella del siglo XXI en el sector de las telecomunicaciones es sin duda la telefonía móvil, que con un mercado competitivo y múltiple, hizo que las empresas utilizasen estrategias bien definidas para conseguir aún más  usuarios.
Concordamos con Saskia Sassen (1998: 3 y 4) que sostiene que la combinación de la dispersión espacial e integración global ha creado un nuevo papel estratégico para las principales ciudades (en las que están localizadas las sedes administrativas de las principales empresas de telecomunicaciones). Más allá de su larga historia como centros del comercio internacional y la banca, estas ciudades funcionan ahora de cuatro nuevas formas: primero, como puestos de mando altamente concentrados en la organización de la economía mundial; segundo, como emplazamientos clave para las finanzas y las firmas de servicios especializados; tercero, como centros de producción, incluida la de innovación en los servicios en los sectores punta; cuarto, como mercados para los productos y las innovaciones producidos.


Información obtenida a partir de: http://www.ub.edu/geocrit/menu.htm
 

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